Y cada día la Ciudad sigue sumando sustentabilidad, en esta oportunidad, destacar que las tareas se llevaron a cabo en tres etapas, para concretar el recambio de alrededor siete mil luminarias del Primer Coliseo Argentino.
Esta decisión implementada en el Colón produce un “ahorro energético al año de más de 1.970.000 kWh, que al mismo tiempo evitará la emisión de 763 tn CO2 anualmente”.
A propósito de este tema y su proyección, la Secretaria de Ambiente Porteña, Inés Gorbea, manifestó: “Durante la Cumbre de C40 compartimos muchas experiencias sobre el consumo de energía de las ciudades y dentro de ellas, la de los edificios públicos…En la Ciudad de Buenos Aires, hemos logrado grandes avances porque cada edificio tiene su particularidad…Este año nuestro foco está puesto en los edificios que pertenecen al ministerio de Cultura, y sin lugar a dudas, el más emblemático es el Teatro Colón”.
Características de las tareas realizadas
Abarcan a la Sala Principal del Teatro, que incluye a la icónica araña y a sus 552 lámparas, plateas y balcones, zonas de escaleras, pasillos y talleres.
El tramo de la actividad más compleja, fue la llevada adelante en la Sala Principal, porque requirió de una remodelación en la estructura de “dimerización”. Se trata de un proyecto basado en ingeniería eléctrica creado especialmente para el Teatro Colón.
Por su parte, el Presidente de la Agencia de Protección Ambiental, Renzo Morosi, señaló: “El Teatro Colón es una muestra de nuestro poder de alcance…Tenemos un compromiso de finalizar el recambio a LED de varios edificios pertenecientes al Ministerio de Cultura para fines del 2022… Este año trabajamos en 50 edificios, recambiando 12.095 luminarias, desplazándose una potencia de 445 kW, lo que genera un ahorro anual de más de 2.590.000 kwH, y un total de emisiones evitadas tnCO2 de 1.002”.
Cabe recordar que las lámparas de tecnología LED, consumen hasta un 90% menos de energía.
Sin lugar a dudas, una propuesta de alto impacto en lo que hace al cuidado del medioambiente. ¿De qué manera?
La medida implementada impide la emisión de enormes toneladas de dióxido de carbono, con relación a las generadas por los antiguos dispositivos, como las incandescentes, fluorescentes, y halógenas.
Asimismo, vale la pena comentar, que cuentan con una vida útil estimada en alrededor de diez años. ¿Otro elemento positivo?, reduce el trabajo orientado a su mantenimiento.
El compromiso porteño de lograr una Ciudad Autónoma de Buenos Aires cada día más Verde, lejos de ser una utopía, ¡es un auténtica realidad enfocada en la calidad de vida de los vecinos, las vecinas y de quienes nos visitan!
