El Ministerio de Salud de la Nación estima que en nuestro país alrededor de cuarenta mil personas mueren a causa del tabaquismo. Se trata de una enfermedad crónica originada por el hábito de fumar y la adicción a la nicotina, entre otras siete mil sustancias tóxicas y cancerígenas.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, encabeza el ranking de fallecimientos prevenibles en los países desarrollados. Sin embargo, también es considerada una patología que, de acuerdo con el enfoque de la entidad sanitaria a nivel internacional, va limando la existencia, provoca diferentes limitaciones a partir de una innegable discapacidad generada.
La costumbre de fumar trae consecuencias directas sobre la salud de las personas que tienen esta adicción y están vinculadas directamente a la aparición de enfermedades como por ejemplo: diferentes tipos de cáncer-pulmón, laringe, faringe, riñón, hígado, vejiga, etc-, ACV, aneurismas, infartos, bronquitis crónicas, EPOC-enfermedad pulmonar obstructiva crónica-, infecciones respiratorias, etc.
En nuestro país, el porcentaje de fumadores se distribuye de la siguiente manera: el 29,6 % son hombres y el 20,4 % son mujeres. De acuerdo a investigaciones médico-científicas consultadas, el tabaquismo en las mujeres provoca daños significativos en el sistema reproductivo.
Desde el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, una entidad académica vinculada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, su director ejecutivo, Andrés Pichón-Riviere, expresó: “El tabaquismo es un problema mayor de la salud pública y nuestro objetivo es proveer la evidencia para que los gobiernos y los sistemas de salud adopten políticas públicas más efectivas y eficientes que permitan combatirlo. La recaudación de impuestos al tabaco sólo cubre el veintiséis por ciento de lo que el país gasta por las lesiones y costos directos e indirectos que produce”.
La medida que se toma en muchos países para contener esta otra clase de “epidemia”, y que cuenta con el aval de la OMS, tiene que ver con aumentar el valor del atado de cigarrillos. A su vez, desde el Estado se deberá poner en marcha una campaña basada en las consecuencias de este hábito tan negativo para la vida.
En este sentido, según los cálculos realizados por el IECS, se indica que, con el incremento del cincuenta por ciento, se obtendrían $590.674 millones, una cifra que permitiría la construcción de 1750 escuelas.
Otro de los conceptos en este sentido es el de “Fumadores Pasivos” y es una realidad que crece, sobre todo en períodos críticos, y perjudica a personas no fumadoras que conviven con quienes sí lo hacen con frecuencia. Especialmente afecta a los niños pequeños, con consecuencias directas como la muerte súbita de lactantes, infecciones reiteradas, trastornos en el crecimiento y del comportamiento.
Siempre es un buen momento para dejar de fumar, y si ya tomaste la decisión en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se puede conseguir la ayuda adecuada. Hay servicios gratuitos para dejar de fumar en el ámbito de la Ciudad que funcionan en los Hospitales Álvarez, Argerich, Alvear, Durand, Fernández, Ferrer, Marie Curie, Muñiz, Penna, Piñero, Pirovano, Ramón Carrillo, Ramos Mejía, Rivadavia, Rocca, Sardá, Vélez Sarsfield, y Zubizarreta.
También se pueden encontrar en los Centros de Salud Nivel 1, en los barrios porteños de Balvanera, Barracas, Flores 1, Flores 5, Floresta, La Boca 1, La Paternal, La Paternal 1, Palermo 3, Retiro 3, Saavedra, San Cristóbal, San Telmo, Villa Lugano 1, Villa Lugano 3, Villa Soldati, Villa Soldati 2, Villa Urquiza, CEMAR 1.