
Cuenta la leyenda que el incayuyo era una planta sagrada y que su nombre lo recibió justamente porque era una hierba medicinal destinada al Inca, mezcla de rey y dios de esta civilización precolombina. Una de sus virtudes justamente es la de ayudar en los excesos de comidas y bebidas, tan comunes en esta temporada de festejos. Su sabor es fuerte. ¿Te animas a probarlo? Las decocciones de hojas y las flores se utilizan tradicionalmente contra dispepsia, las indigestiones y estomáquico (empachos y cólicos), como diurético, emenagogo, antibiótico,febrífugo, para el tratamiento de la tos y como sedativo.
Para qué puedes tomarlo
Ideal para la indigestión causada por comidas muy pesadas, empachos o cualquier clase de malestar del estómago.
Combate el nerviosismo: Dos o tres tacitas de té del Inca al día (preparadas con 30 gramos de la planta por cada litro de agua) ayudan a calmar los nervios, el pesimismo, la melancolía, la depresión, así como los dolores de cabeza y otras consecuencias de estos estados de ánimo.
Aliado de los pulmones: La infusión de esta hierba se indica en caso de enfermedades de los pulmones, asma y catarros crónicos.
Excelente depurativo: Una de sus grandes virtudes es ser un efectivo depurativo del sistema digestivo. No sólo combate el estreñimiento, sino que también elimina toxinas y grasas que se acumulan en el tracto gástrico-intestinal.
Puedes prepararlo en infusión de 30 gramos por litro de agua hirviendo, para tomar una taza cada 3 horas o una después de cada comida, como digestivo.