
Empieza a llegar el frío y con él, algún resfrío molesto. Sin entrar en pánico por las actuales circunstancias y quedándote en casa echa mano a los recursos de la naturaleza y respira mejor.
Igualmente, no uses estos remedios a discreción: los principios activos de los remedios naturales son poderosos y no se debe abusar de ellos porque pueden tener efectos contraproducentes. Tampoco están recomendados estos remedios para quienes son alérgicos o asmáticos.
– Aloe vera: Abrir la penca en dos mitades, raspar con una cuchara y licuar con miel y limón. Tomar esta preparación todas las mañanas mientras se estés resfriado.
– Cebolla: Colocarla partida en cuatro partes sobre la mesita de luz para que su aroma llegue directo a las vías respiratorias. Ella es un antibiótico natural que gracias a sus efectos antiinflamatorios, contrarresta la congestión nasal.
– Gotitas naturales para descongestionar la nariz: mezclar un cuarto de cucharadita de sal marina sin yodo y un cuarto de cucharadita de bicarbonato en una taza de agua tibia. Verter un par de gotas en cada fosa nasal, luego inclinarse hacia adelante para que escurra y sonar la nariz en forma suave. Irrigar la nariz con una solución salina ayuda a limpiarla, así se mejora la respiración al mismo tiempo que se eliminan sustancias, bacterias y virus.
– Alcanfor y eucaliptus: aplicar un ungüento con estos ingredientes sobre la nariz irritada, sirve para limpiarla. El vapor del eucalipto abrirá las vías respiratorias y evitará la congestión, y el alcanfor aliviará el dolor y la irritación en la piel, gracias a sus efectos analgésico y antiséptico.
– Menta: esta hierba es popular por su fresco sabor y es rica en mentol, por lo que ayuda a descongestionar las vías respiratorias. Su té se usa para despejar los senos paranasales. Debido a sus propiedades antisépticas y expectorantes es efectiva para aliviar la tos con flema y es notable su poder para mejorar la condición de quién la padece.
– Agua caliente: aplicar por 5 minutos, tres veces por día, compresas sobre la nariz y los senos paranasales.
– Sal: es buena para calmar el dolor de garganta. Llenar un vaso de 250 ml con agua caliente, añadir una cucharadita de sal y hacer gárgaras.
– Limón: es efectivo también para calmar el dolor de garganta porque crea un ambiente hostil para virus y bacterias. Agregar jugo de medio limón a un vaso con agua caliente y hacer gárgaras. Una variante es tomarlo a modo de infusión caliente, acompañado con miel.